jueves, 4 de junio de 2009

HOY te escribo...

Aun que se que no responderas.
Pero me satisface la idea que tendrás el valor
de leer estas lineas que lleno el día de hoy.
Tal vez alguien que conosio nuestras historia
tenga el valor de decirte que mis palabras suelen recordarte.
Pues hace unas cuantas horas estuve acostado
en el pasto de algún parque del cual jamas había pisado,
la lluvia empezó a danzar con el viento
y cada vez fue empapando mi cuerpo
la gente pasaba mirándome como preguntandoce
que así hechado en aquel lugar,
sin imaginar lo que por mi mente podía pasar,
Confieso que solo quería disfrutar de aquel
mágico momento, recordando aquellos pasajes
de aquellos días del cual mi corazón podía
persivir dos latidos.
Un cigarrillo se va extinguiendo entre mis dedos,
pues no lo fumo solo lo prendo y lo contemplo
como se va evaporando, mientras las cenizas
se desintegran y se pierden en aquel destino
que no estaba escrito para el...
La lluvia me hace recordar cuando besaba su
rostro húmedo de aquellas tardes, donde sus ojos
brotaban lágrimas, aun escucho su voz diciendome
tengo el poder de llorar sin sentido alguno...
Muchas veces pensaba que se estaba despidiendo
otras veces pensaba que le costaba creer lo
que vivíamos juntos.
Yo también le respondía diciendo,
no puedo creer que estemos juntos,
ella sonreía y solo me miraba diciendome
pues creelo y ya deja de pensar en eso.
¿Lo recuerdas?
Las horas pasaban y yo la miraba fijamente
mientras mis dedos secaban sus lágrimas,
y solo nos abrazabamos diciendo que
siempre ivamos a estar juntos,
pues hoy como pueden ver algunas
promesas se pierden.
Con cada gota de estos días de lluvia
me gusta persibir que esta aquí dentro de mi
y a mi lado, que no se a marchado...
Dejo humedecer mis labios pensando que le
estoy secando el rostro y busco una manera para hacerla
sonreír y que olvide lo que alguna vez le iso sufrir.
El cigarrillo se termina y con el humo frente a mi
la puedo ver como se dibuja y se despide,
como yo de ese lugar donde andube recostado...
Caminando entre charcos pido murmurando
muy dentro de mi, que el día de hoy no llores,
que trates de vivir una vez mas,
que duermas tranquila sin necesidad de tomar una pastilla,
que rías y me regales tan solo una palabra o un grito,
una mirada o una simple sonrisa.
No es mucho vez.

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